sábado, 20 de octubre de 2018

El Arte en el período Mesolítico.


Las pinturas de los abrigos levantinos.


                En estas pinturas podemos apreciar la representación del hombre cazador y recolector ya que se representan a ellos mismos con útiles de cestería y armas. 
Además la fauna figurada , ciervos, jabalíes... corresponden a un período postglaciar en el que el aumento de las temperaturas permite abandonar las profundidades de las cuevas.

Por todo eso se consideran que estas pinturas pueden pertenecer al período Mesolítico y comienzos del Neolítico, entre el 10.000 y el 5.000 a.C.


"Recolección de la miel" en el abrigo de la Araña en Bicorp (Valencia).


"Cacería de ciervos" en la cueva de Valtorta (Castellón).


               Por este período las pinturas rupestres adquieren una características distintas.

Las figuras se disponen con cierto sentido espacial adquiriendo de este modo las pinturas un sentido narrativo, un aspecto de escenas, además en su mayoría poseen gran dinamismo.
El estilo es desnaturalizado y expresionista ya que las figuras se esquematizan con trazos monocromos de rojo o de negro, aplicados con finos pinceles, y además exageran partes de su anatomía.  

                Esta evolución de la pintura rupestre desde el naturalismo franco-cantábrico al esquematismo levantino, culmina en pleno neolítico y edad de los metales con los pictogramas o símbolos abstractos, abstracción que acabará llevando a loa escritura.


El Arte en el Paleolítico Superior.

                

                    Entre el 35.000 a.C y el 10.000 a.C. Sus autores pertenecen a pequeños grupos de cazadores-recolectores, que viven nómadas persiguiendo a las manadas.
Los mejores ejemplos se encuentran en el sur de Francia y en el norte de España.


Cueva Lascaux (Francia).


Las Manos en negativo en la cueva del Castillo en Cantabria.


Los Bisontes en la cueva de Altamira en Cantabria, calificada de Capilla Sextina del Paleolítico, 
datada en unos 15.000 años a.C.


La Yegua preñada  en la cueva de La Pileta en Málaga.


              Estas pinturas aparecen en los lugares más profundos de las cuevas que eran el hábitat obligado para el hombre del Paleolítico por las duras condiciones climáticas. El carácter inaccesible de estos lugares hace pensar que tal vez fueran considerados como una especie de santuarios.

Los temas que predominan son las figuras de animales aislados.
El estilo es naturalista, ya que buscaban el máximo parecido con la realidad de ahí que se valla introduciendo la policromía ( al principio son monocromas ) con el predominio de los ocres, amarillos, rojos y negros, procuran crear volúmenes usando los salientes y entrantes de las rocas.



El Arte Romano